Definitivamente el beisbol es un deporte impredecible, lleno de incongruencias, difícil de analizar y en ocasiones incomprensible. Para lograr las victorias se necesitan varios elementos: Ofensiva, defensa, picheo y sin lugar a dudas suerte. Se dice que “los números hablan por sí solos”, más no siempre los mejores números se traducen en victorias.
Un vivo ejemplo de lo antes mencionado, es la situación en la que se encuentra el equipo de las Medias Sucias, dentro de la joven temporada de liga de softball de Santa Fé (LISANFE), solo han disputado 2 encuentros de los 15 pautados. El balance del equipo es de 0 victorias y 2 derrotas.
Ciertamente ambas derrotas han sido por una carrera de diferencia, los dos marcadores presentaron un gran número de carreras (11 a 10 y 10 a 9), entendemos que en esta categoría (C libre) el picheo no es el factor preponderante, pero, cuesta creer que un equipo que presenta en su alineación jugadores que están metidos entre los mejores de la liga tenga registro perdedor.
En lo individual, Germán Carreño es el líder de los receptores, Nelson Trujillo líder de los bateadores, Daniel Noriega es el quinto mejor lanzador de la liga, Carlos Galindo el segundo mejor antesalista, Sergio Pol el séptimo mejor jugador del cuadro de toda la liga y Jonathan Torres el octavo mejor jardinero, como equipo son el quinto mejor en cuanto a fildeo respecta, con un porcentaje de . 931%. Y paradójicamente ocupan la penúltima posición (15) entre las 16 posibles.
N.T
viernes, 5 de marzo de 2010
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